En una fuente descansan
los garbanzos en remojo
esperando el mañana.
En el fuego las tagarninas
se sancochan
al ritmo de los borbotones.
Sobre el hule descolorido
una cruz de sal
hecha por manos sabías
intenta desuadir la tormenta,
pero los rayos, sin aviso,
se han colado
iluminando la cocina.
Las sopas hermanas
Sabrá la sopa de Grazalema
y la de picadillo
que son hijas del mismo caldo,
y que no son competencia,
sino que su enemiga voraz
es la grasienta comida exprés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario